Los profesionales de la psicología tienen un papel crucial en la mitigación de los efectos psicológicos negativos que pueden experimentar las personas afectadas. La atención temprana puede prevenir el desarrollo de trastornos psicológicos más graves a largo plazo.
En situaciones de emergencia, las personas pueden experimentar una amplia gama de síntomas psicológicos, como estrés, ansiedad, miedo, tristeza y desesperanza. Estos síntomas pueden ser debilitantes y afectar la capacidad de las personas para recuperarse de la situación. La intervención psicológica puede ayudar a reducir estos síntomas y mejorar la capacidad de las personas para hacer frente a la situación.
Es importante que los servicios de emergencia incluyan la atención psicológica en su planificación y respuesta a situaciones de desastre natural. Esto puede incluir la capacitación de profesionales de la psicología para trabajar en situaciones de emergencia, la identificación temprana de personas que necesitan atención psicológica y la provisión de servicios de apoyo a largo plazo para las personas afectadas. La atención psicológica es una parte integral de la atención a las víctimas de desastres naturales y debe ser considerada en todas las etapas de la respuesta a emergencias.
Los desastres naturales pueden tener un impacto significativo en la salud mental de las personas afectadas. Los efectos psicológicos pueden variar desde el estrés y la ansiedad hasta trastornos más graves como el trastorno de estrés postraumático (TEPT). Los factores que influyen en la gravedad de los efectos psicológicos incluyen la magnitud del desastre, la duración de la exposición y la cantidad de pérdidas personales. Los profesionales de la psicología pueden trabajar en colaboración con otros servicios de emergencia para proporcionar atención psicológica a las personas afectadas. La atención psicológica también debe ser accesible y estar disponible para todas las personas afectadas, incluyendo a aquellos que no hablan el idioma local o que tienen discapacidades. En resumen, la atención psicológica es una parte esencial de la respuesta a los desastres naturales y debe ser considerada en la planificación y respuesta de emergencia.
Existen diferentes tipos de intervención psicológica que pueden ser utilizados en situaciones de emergencia, dependiendo de las necesidades específicas de cada individuo y del contexto en el que se encuentre. La intervención psicológica de primeros auxilios y la terapia cognitivo-conductual son dos de las intervenciones más comunes y efectivas en estas situaciones. Es importante que los servicios de emergencia incluyan la atención psicológica en su planificación y respuesta a situaciones de desastre natural, para garantizar una recuperación emocional efectiva de las personas afectadas.
La intervención psicológica en situaciones de emergencia puede marcar la diferencia en la recuperación emocional de las personas afectadas. Existen diferentes tipos de intervención psicológica que pueden ser utilizados en estas situaciones, dependiendo de las necesidades específicas de cada individuo y del contexto en el que se encuentre.
Una de las intervenciones más comunes es la intervención psicológica de primeros auxilios, que se enfoca en proporcionar apoyo emocional inmediato a las personas afectadas. Esta intervención se centra en escuchar y validar las emociones de las personas, brindar información sobre los recursos disponibles y ayudar a las personas a desarrollar estrategias de afrontamiento efectivas.
Otra intervención importante es la terapia cognitivo-conductual, que se enfoca en identificar y cambiar los patrones de pensamiento y comportamiento negativos que pueden estar contribuyendo a los síntomas psicológicos de las personas afectadas. Esta terapia puede ser especialmente útil para prevenir el desarrollo de trastornos psicológicos más graves a largo plazo.
Los efectos psicológicos negativos que pueden experimentar las personas afectadas pueden ser devastadores. En este sentido, los profesionales de la psicología tienen un papel crucial en la atención a las víctimas, ya que pueden ayudar a reducir el estrés, la ansiedad, el miedo y otros síntomas psicológicos que pueden surgir en estas situaciones. Es importante destacar que la intervención temprana es fundamental para prevenir el desarrollo de trastornos psicológicos más graves a largo plazo. Por lo tanto, es necesario que los servicios de emergencia incluyan la atención psicológica en su planificación y respuesta a situaciones de desastre natural. De esta manera, se puede garantizar una atención integral a las víctimas, que no solo aborde sus necesidades físicas, sino también sus necesidades emocionales y psicológicas.
5. Importancia de la capacitación en intervención psicológica en situaciones de emergencia
La intervención psicológica en situaciones de emergencia es fundamental para mitigar los efectos negativos que pueden experimentar las personas afectadas. Sin embargo, para poder brindar una atención adecuada, es necesario que los profesionales de la psicología estén capacitados en intervención en situaciones de emergencia. La capacitación en intervención psicológica en situaciones de emergencia debe incluir conocimientos sobre los efectos psicológicos que pueden surgir en estas situaciones, así como estrategias para reducir el estrés, la ansiedad y otros síntomas psicológicos. Además, es importante que los profesionales estén preparados para trabajar en situaciones de alta presión y estrés, y que sepan cómo coordinar su trabajo con otros servicios de emergencia.
La capacitación en intervención psicológica en situaciones de emergencia, parte de los profesionales de la psicología, sirve también para otros servicios de emergencia, como bomberos, policías y personal médico. Todos estos profesionales pueden encontrarse en situaciones en las que necesiten brindar apoyo psicológico a las personas afectadas por un desastre natural. Por lo tanto, es fundamental que se incluya la capacitación en intervención psicológica en los planes de formación de estos servicios de emergencia.
6. Evaluación de la eficacia de la intervención psicológica en situaciones de emergencia
Los fenómenos naturales y otros desastres pueden tener un impacto significativo en la salud mental de las personas afectadas. Por esta razón, es fundamental evaluar la eficacia de las intervenciones psicológicas en estas situaciones, con el fin de determinar cuáles son las estrategias más efectivas para mitigar los efectos negativos en la salud mental de las víctimas.
En este sentido, diversos estudios han demostrado que la intervención psicológica temprana puede ser muy efectiva para reducir los síntomas de estrés, ansiedad y otros trastornos psicológicos en las personas afectadas por desastres naturales. Además, se ha observado que la atención psicológica puede prevenir el desarrollo de trastornos más graves a largo plazo, lo que resalta la importancia de incluir esta atención en la planificación y respuesta a situaciones de emergencia.
Sin embargo, es importante destacar que la eficacia de la intervención psicológica en situaciones de emergencia puede depender de diversos factores, como la gravedad del desastre, la disponibilidad de recursos y la capacitación de los profesionales de la psicología. Por esta razón, es necesario seguir investigando y evaluando las intervenciones psicológicas en estas situaciones, con el fin de mejorar la atención a las víctimas y reducir los efectos negativos en su salud mental.
Conclusiones
La intervención psicológica en situaciones de emergencia es un tema de gran importancia en la atención a las víctimas de desastres naturales. Los profesionales de la psicología tienen un papel crucial en la mitigación de los efectos psicológicos negativos que pueden experimentar las personas afectadas. La atención temprana puede prevenir el desarrollo de trastornos psicológicos más graves a largo plazo.
Es fundamental que los servicios de emergencia incluyan la atención psicológica en su planificación y respuesta a situaciones de desastre natural. La atención psicológica debe ser considerada como parte integral de la atención a las víctimas, ya que puede ayudar a reducir el estrés, la ansiedad, el miedo y otros síntomas psicológicos que pueden surgir en estas situaciones. Además, la intervención temprana puede prevenir el desarrollo de trastornos psicológicos más graves a largo plazo.
Libros recomendados
1. «Psicología de emergencias y desastres» de Jorge Barudy.
2. «Intervención psicológica en emergencias y catástrofes» de José Luis González de Rivera.
3. «Psicología de la emergencia» de José Antonio García-Castillo.
4. «Psicología de la catástrofe» de José Antonio García-Castillo.
5. «Psicología de la crisis» de José Antonio García-Castillo.
6. «Psicología de la ayuda humanitaria» de José Antonio García-Castillo.
7. «Psicología de la prevención de desastres» de José Antonio García-Castillo.
8. «Psicología de la resiliencia» de José Antonio García-Castillo.
9. «Psicología de la recuperación» de José Antonio García-Castillo.
10. «Psicología de la reconstrucción» de José Antonio García-Castillo.
11. «Psicología de la solidaridad» de José Antonio García-Castillo.
12. «Psicología de la cooperación» de José Antonio García-Castillo.
13. «Psicología de la comunicación en situaciones de emergencia» de José Antonio García-Castillo.
14. «Psicología de la gestión de crisis» de José Antonio García-Castillo.
15. «Psicología de la toma de decisiones en situaciones de emergencia» de José Antonio García-Castillo.
El bullying es un problema social cada vez más extendido entre los niños y adolescentes. Se trata de una forma de violencia que se ejerce de manera sistemática y repetida por parte de un o un grupo de individuos contra otro/s, generalmente en el contexto escolar. Los niños y adolescentes que son víctimas del bullying presentan un mayor riesgo de sufrir problemas psicológicos como ansiedad, depresión o trastornos del sueño, entre otros. La intervención psicológica puede resultar muy útil para ayudar a los niños y adolescentes que han sido víctimas de bullying. A través de la terapia, estos jóvenes pueden aprender a afrontar sus miedos, a superar sus inseguridades y a mejorar su autoestima. Asimismo, la intervención psicológica también puede ser útil para ayudar a los niños y adolescentes que han cometido actos de bullying, ya que estos jóvenes necesitan aprender a controlar su agresividad y a relacionarse de manera adecuada con los demás.
Esta guía de intervención psicológica para la identificación y tratamiento de bullying se basa en los principios de la Psicología Clínica, la Psicología Educativa y el Trabajo Social. Esta guía proporciona un marco general para el manejo del bullying y establece una serie de pasos para ayudar a los profesionales a identificar, evaluar y abordar el acoso escolar en sus situaciones particulares.
La guía presenta un modelo de atención que incluye los siguientes pasos:
La intervención psicológica es una herramienta importante para abordar y prevenir el bullying. Esta forma de abordaje incluye ayudar a los estudiantes a comprender el impacto del bullying, fortalecer sus habilidades de afrontamiento y promover la empatía hacia cualquier persona que pueda estar siendo acosada. Esto se puede lograr a través de programas educativos, entrevistas individuales y/o grupales, terapia familiar o grupos de apoyo entre los compañeros. Se recomienda encarecidamente que los participantes sean partícipes en todas las fases del proceso, ya que esto les permitirá sentirse más seguros al expresar sus sentimientos y comportamientos con respecto al bullying. Además, los profesionales de la salud mental deben tener en cuenta la salud mental y el bienestar emocional de todos los involucrados asegurando un ambiente seguro y respetuoso.
La Psicología Forense es un área de estudio interdisciplinario que se encarga de entender y explicar los comportamientos humanos relacionados con la justicia penal. Estudia los procesos y mecanismos psicológicos que influyen en la perpetración de delitos y en el desarrollo de la justicia penal. Esta ciencia trata de explicar cómo las características psicológicas de un individuo afectan el resultado de un proceso legal y cómo esas características pueden afectar la toma de decisiones. La Psicología Forense se utiliza para contribuir al proceso de justicia penal y ayuda a comprender mejor los comportamientos humanos que están relacionados con la justicia penal.
La Psicología Forense es un área de la psicología que se relaciona estrechamente con la Justicia Penal. Esta área de la psicología se enfoca en el estudio y análisis de los comportamientos criminales y las situaciones judiciales asociadas. Los profesionales de la Psicología Forense trabajan estrechamente con los tribunales para ofrecer conocimientos científicos, así como evaluaciones de los casos penales. La Psicología Forense proporciona información y recomendaciones útiles para apoyar a los tribunales en la toma de decisiones importantes. Los profesionales de la Psicología Forense pueden realizar entrevistas, evaluaciones psicológicas, diagnósticos y tratamientos, así como investigaciones y análisis de los casos judiciales. Esto ayuda a los tribunales a comprender mejor los comportamientos criminales y los motivos detrás de ellos, y a determinar si un acusado es apto para un juicio o si debe ser excluido de la responsabilidad legal. La Psicología Forense es una herramienta invaluable para la Justicia Penal y se utiliza para ayudar a los tribunales a administrar justicia de manera eficaz y equitativa.
La Psicología Forense es una parte integral de la justicia penal, ya que ayuda a determinar la culpabilidad o inocencia de los acusados. Esta disciplina científica se basa en la evaluación de la capacidad de los acusados para entender el proceso legal y en la evaluación de la comprensión de los acusados sobre los hechos que se les atribuyen. Los expertos en Psicología Forense se dedican a recopilar información sobre los acusados para evaluar su nivel de responsabilidad y su comportamiento. Esta información se utiliza para ayudar a los jueces y los abogados de la defensa a determinar si un acusado puede ser encontrado culpable o no. Los expertos en Psicología Forense también pueden ayudar a determinar si un acusado es adecuado para el juicio o si necesita tratamiento médico o un entorno de custodia controlada. La Psicología Forense es una herramienta vital para la justicia penal, ya que ayuda a garantizar que las personas acusadas de crímenes reciban un juicio justo y equitativo.
En los casos de responsabilidad criminal, la psicología forense juega un papel importante en el proceso de determinación de la responsabilidad de un individuo. La justicia penal a menudo se basa en el análisis de la motivación y el estado mental del acusado al momento de cometer el delito. Una evaluación psicológica es un proceso en el que profesionales de la psicología o psiquiatría forense evalúan la competencia y el estado mental de un individuo para determinar su capacidad de entender el alcance de sus acciones y responder de una manera apropiada. Esta evaluación puede ser usada para determinar si un acusado es legalmente responsable de sus actos o si necesita recibir tratamiento para las condiciones mentales subyacentes. Además de esto, el resultado de la evaluación también puede ayudar a los jueces a determinar la sentencia apropiada para el acusado.
La psicología forense es un área de la psicología moderna que se enfoca en la evaluación de la información criminal y el análisis de los perfiles psicológicos de los implicados. Esta práctica se utiliza para determinar si una persona es o no culpable de un crimen. El análisis de los perfiles psicológicos se realiza utilizando una variedad de técnicas, que incluyen la evaluación de los patrones de conducta, el análisis de los motivos del crimen, el análisis de las actitudes, las experiencias y las relaciones del individuo con los testigos, y otros factores. Esta información se utiliza para ayudar a los jueces y los fiscales a determinar la culpabilidad de un individuo. La psicología forense se ha convertido en una herramienta de gran valor en la justicia penal, y su uso ha ayudado a mejorar la justicia y la equidad alrededor del mundo.
Las pruebas psicológicas juegan un papel importante en la toma de decisiones judiciales en el sistema de justicia penal. Los expertos en psicología forense ayudan a los fiscales y a los abogados defensores a entender el comportamiento de los acusados, así como sus motivaciones, estado mental y riesgo para la sociedad. Los expertos también ayudan a determinar la capacidad mental del acusado para entender los cargos en su contra y para ayudar a su abogado defensor. Esta información puede ser determinante en la toma de decisiones judiciales, como si un acusado debe ser condenado por un delito o si se debe imponer una sentencia. Por lo tanto, es importante que los profesionales de la psicología forense sean conscientes de sus responsabilidades y que proporcionen información precisa y pertinente a los tribunales.
La Psicología Forense es una herramienta valiosa para el Derecho Penal Internacional, ya que puede ayudar a los tribunales a entender las circunstancias y las motivaciones detrás de los delitos internacionales. La Psicología Forense también puede ayudar a los tribunales a determinar si un acusado es apto para ser juzgado y cómo se debe aplicar la justicia. Los psiquiatras forenses pueden evaluar los factores psicológicos que influyen en el comportamiento criminal, como el estado mental del acusado, su historial de abuso, su entorno social y su nivel de educación. Esta información puede ayudar a los tribunales a comprender mejor la situación y a tomar decisiones justas. La Psicología Forense también puede proporcionar información útil para la rehabilitación de los acusados, proporcionando conocimientos sobre tratamientos y terapias adecuados. Esto permite a los tribunales aplicar la justicia de la manera más adecuada para el bienestar de la sociedad. La Psicología Forense es una herramienta valiosa para el Derecho Penal Internacional y, al usarse correctamente, puede ayudar a mantener la justicia y la seguridad.
La evaluación psicológica forense, también conocida como psicología forense, se relaciona directamente con la justicia penal. Esto requiere una consideración ética y legal para garantizar el uso apropiado de la información recopilada. Los profesionales de la psicología forense deben considerar los principios éticos aplicables, los cuales incluyen responsabilidad, integridad, respeto por los derechos humanos, competencia, confidencialidad y corresponsabilidad. Estas consideraciones son fundamentales para garantizar que los datos recopilados se usen con fines legítimos y que los sujetos involucrados sean tratados con respeto y justicia. Esto asegura que los resultados de la evaluación psicológica forense sean aceptables dentro del sistema de justicia penal. Además, los profesionales de la psicología forense también deben estar conscientes de los límites legales y éticos relacionados con el uso de la evaluación psicológica forense y su información. Estos límites deben respetarse para garantizar el debido proceso legal y la protección de los sujetos involucrados.
La Psicología Forense ha abierto nuevas perspectivas en la justicia penal. Los cambios recientes en la ley han permitido a los profesionales de la psicología brindar consejo experto y evaluación clínica a jueces y abogados. Esto proporciona una comprensión más completa de los problemas a los que se enfrentan las personas acusadas de delitos y asegura que reciban un trato justo. Con el consejo de un profesional de la psicología forense, los jueces pueden tomar decisiones basadas en la evidencia científica y no en los prejuicios o la ignorancia. Esto ha permitido que los acusados reciban un juicio justo, lo que les ha permitido recibir una sentencia adecuada y equitativa. Esta nueva perspectiva de la justicia penal brinda a las partes implicadas la oportunidad de recibir un juicio imparcial y equitativo que promueva el bienestar de todos los involucrados.
Uno de los mayores retos en la aplicación efectiva de la Psicología Forense en el ámbito judicial penal es lograr que la justicia penal reconozca la validez científica de los hallazgos psicológicos. La psicología forense es un campo científico emergente que se basa en los principios de la psicología clínica, pero con un enfoque único en el ámbito de la justicia penal. Los profesionales de la Psicología Forense trabajan para ayudar a los jueces a comprender los factores psicológicos que pueden afectar la forma en que una persona se comporta, lo que a su vez puede influir en la forma en que se aplica la justicia penal. Si bien se han realizado muchos avances en la investigación sobre la Psicología Forense, todavía hay mucho trabajo por hacer para asegurar que la justicia penal considere los principios científicos de la Psicología Forense. Al hacerlo, se puede asegurar que los juicios sean justos y que se tomen las medidas adecuadas para abordar las situaciones complejas que enfrentan los jueces al decidir sobre las sentencias.
En conclusión, la psicología forense y la justicia penal tienen una compleja relación. Los profesionales de la psicología forense ayudan a los jueces, fiscales y abogados a entender mejor los factores psicológicos implicados en los casos penales. Esto permite a los jueces tomar mejores decisiones y dictar una sentencia justa. Esto se ve reflejado en el número creciente de casos en los que la psicología forense ha ayudado a mejorar el sistema de justicia penal. Por lo tanto, el papel de la psicología forense en la justicia penal es crítico para asegurar que los acusados reciban un juicio justo y se apliquen sentencias justas.
Lo que la pandemia develó: la importancia (y fragilidad) de la salud mental y la solidaridad
Autor
Jaime Velosa Forero
Subred Integrada de Servicios de Salud, Sur ESE E-mail: Velfor2222@gmail.com
https://orcid.org/0000-0003-1044-0571
Revista Iberoamericana de Bioética
Resumen
La pandemia, sus impactos en la vida psíquica y en el lazo social apenas se van estableciendo. Sin embargo, no cabe duda de que ha sido un periodo de tiempo excepcional, que dejará huellas, preguntas y aprendizajes. Dos temas emergieron de manera notable: por un lado, la importancia —y fragilidad— de la salud mental y, por otra parte, la solidaridad; un valor que se invocó para respetar la convivencia, para seguir las normas y medidas sanitarias; y también para sostener las limitaciones e imposiciones que se establecieron. La solidaridad fue promovida sosteniendo la importancia del bien común sobre los intereses individuales. La articulación de los dos temas, de la denominada salud mental y la solidaridad, son un pretexto para plantear reflexiones sobre la dinámica del ser humano puesta de presente en este periodo tan significativamente adverso y desfavorable.
Pandemia; salud mental; solidaridad; vida psíquica; lazo social. Pandemic; mental health; solidarity; mental life; social relations.
1. Introducción
Al comienzo de este periodo de pandemia por COVID-19 se pensó que sería un asunto de unos pocos días o semanas, en ese momento palabras como pandemia, cuarentena, mascarilla o distanciamiento eran ajenas para la gran mayoría. A medida que se escuchaban noticias, a medida que se iban tomando medidas, la incertidumbre de no saber qué estaba pasando y de no saber qué hacer frente al temor fue generando diversas sensaciones como cautela o esperanza, pero también impotencia, preocupación y desconfianza. Más adelante, apareció la desesperanza y el miedo a contagiarse, el miedo a la presencia del otro, a la muerte y a contagiar a los más cercanos. Finalmente, de manera más reciente, podemos decir que han surgido marcas subjetivas, preguntas y aprendizajes.
La población mundial se vio afectada de diversas maneras. En las primeras semanas de la pandemia, cuando aún no se había desarrollado la vacuna y la imágenes de los medios de comunicación y de las redes sociales transmitían el dolor y la impotencia que se vivía en varias regiones del mundo, y cuando la muerte parecía no ceder, se hizo evidente la vulnerabilidad del ser humano, la indefensión frente a condiciones externas y ante la inexorable presencia de la muerte. Se hizo evidente cierta desesperanza y también las dificultades en la convivencia, de la mano de los grandes cambios en las formas de relación, de comunicación y de transformación de los lazos sociales.
Freud (1930) planteaba que el malestar y el sufrimiento del ser humano provenía de la amenaza desde tres fuentes: en primer lugar, desde el propio cuerpo que está destinado a la enfermedad y la muerte, de forma tal que no se puede prescindir del dolor y la angustia por estas razones. En segundo lugar, desde el mundo exterior, en particular de las fuerzas de la naturaleza que pueden abatir sus furias sobre nosotros con fuerzas hiper potentes y destructivas —como huracanes, terremotos, sequías, etc. Por último, en tercer lugar, la principal fuente de sufrimiento se debe a los vínculos con otros seres humanos, las relaciones con otros y en particular con los más cercanos. En la pandemia se juntaron las tres fuentes: en principio, había una fuerza externa impredecible, inmanejable —un virus— que avanzaba sin control; asimismo, el contagio avanzaba y la enfermedad y la muerte se hicieron presentes y extendidas de manera imponente; y luego las principales medidas que se tomaron —en muchos casos restricciones en la vida cotidiana, y cambios en las relaciones y en las dinámicas sociales— plantearon unas nuevas maneras de convivir y de relacionarnos obligándolos, por un parte, a vivir distantes de los demás, con la sensación de peligro, y por otra parte, demasiado cerca de algunos, confinados, sin poder salir.
Los estudios han revelado una profunda y amplia gama de consecuencias psicológicas y psicosociales, a nivel individual, familiar y social, que trajo consigo la pandemia causada por el nuevo coronavirus (Montes-Berges y Ortúñez, 2021; Hidalgo, Vargas y Carvajal, 2021; López-Martínez y Serrano-Ibáñez, 2021; Ribot, Chang, Paredes y Gonzá lez, 2020; OPS, 2022). Con la aparición de la pandemia y los cambios que esta provocó a nivel social como el aislamiento, uso de tapabocas y otros elementos de bioseguridad, cuarentenas, aumento de la carga laboral, tensión, miedo, enfermedad y muerte entre otros, se pusieron en juego las afectaciones psicológicas, psicosociales y de salud mental.
Este escrito parte de la experiencia de trabajo desarrollado en la Subred Integrada de Servicios de Salud Centro Oriente E.S.E de Bogotá Colombia1, que creó un grupo de atención interdisciplinaria que se ocupó de conocer, registrar, brindar asesoría, diseñar planes y prestar atención a la salud mental de los trabajadores de la salud que se iban viendo afectados por el COVID-19 y que a la par desarrolló un trabajo de investigación en torno al tema la salud mental en los trabajadores de la salud.
2. La solidaridad. Su idealización, sus límites y sus posibilidades
Desde un principio y para enfrentar y contener la pandemia se acudió a la prudencia, al cumplimiento de los cuidados, de autocuidados, al acatamiento de las normas de bioseguridad, a diferentes restricciones; disposiciones amparadas en la cualidad subjetiva de la solidaridad. De esta manera, la solidaridad se invocó para respetar y cumplir normas y para aceptar limitaciones e imposiciones. Se exhortó para sostener una necesidad de bien común, sobre los intereses individuales.
La solidaridad, como lo señalan algunos autores es una concepción esencial en la constitución de humanidad (Rorty, 1991), que se puede comprender como categoría ontológica, una opción ética (compromiso), un asunto moral (conducta u obligación), un acto-hacer basado en un saber, o una práctica creada como un mecanismo psíquico, entre otras nociones (Puget, 2007). Así, la solidaridad podría definirse como recurso y como una práctica para lograr propósitos comunes (Moenne, 2010).
Debe resaltarse que algo muy importante en la construcción de la noción de solidaridad es la introducción de la idea de lo común, ya que la solidaridad incluye como referente la consideración de lo social, de la otredad. Reconociéndose como una noción de valor social, ésta será resaltada como algo opuesto a la individualidad, contraria a la obtención de metas o satisfacciones particulares, lo que implica una renuncia de lo individual en favor de lo social. De alguna manera, se trata de sacrificar la satisfacción individual en favor del bien común. Esto plantea un dilema que consiste en la oposición entre la satisfacción o la ilusión individual vs. el bien social. Hannah Arendt (1958) plantea que la principal tarea política de las primeras filosofías y religiones fue encontrar un lazo que uniera a los hombres por sobre sus necesidades individuales. Ese nuevo lazo —lo solidario— implicaría dejar de alguna manera lo individual, lo familiar y lo privado para priorizar lo social.
Este hecho trae consigo un costo importante para el sujeto moderno, porque la solidaridad requiere ser impuesta y sostenida a través de mecanismos, como un compromiso social —ligada a valores, deberes, contrato social— también a través de compromisos legales —como obligaciones, normas, reglas— o a través de otros mecanismos —como las imposiciones morales o religiosas—. Implementar y mantener la solidaridad no es un asunto cómodo ni fácil, y muy pronto choca con otros elementos de la dimensión humana. No se puede olvidar —por ejemplo, y a propósito de la pandemia— que tanto la cuarentena misma, como el uso de mascarilla, las medidas de bioseguridad y otras prácticas —incluso la vacunación— han tenido resistencia en una parte de la población y han tenido que ser impuestas con ordenanzas y condiciones de obligatoriedad o a través de la coerción y las sanciones.
Arendt resalta como la apuesta social que coloca a la solidaridad como un ideal para el bien de todos, que opera como una medida que debe ser sostenida, la autora habla de solidaridad positiva que es cuando la medida va acompañada y mantenida por una dimensión política y de solidaridad negativa cuando se basa en el temor —de la destrucción, de pérdidas— o de las sanciones impuestas. Es posible considerar una dimensión ética cuando se sostiene en base a los valores de un contexto.
Acá es posible plantear una inquietud adicional en relación con la precariedad del lazo social sobre los intereses individuales. Pareciera que lo social debe sostenerse a través de diversos medios positivos como razones éticas y políticas o por medios negativos como normas y sanciones a pesar de que la solidaridad, por una parte, puede proveer un alivio al malestar, dar la sensación de protección y dar un sentimiento de pertenencia a un conjunto, sin embargo a menudo se recuerda que también trae consigo sensaciones como la carencia de libertad, la cual genera en ocasiones la pérdida de límite entre lo social y lo privado y constituye un hecho de compromiso forzado y molesto, esto último estaría en relación de doble vía con el hecho de que en ocasiones la solidaridad sea vista como un deber-obligación.
En esa vía Lacan (1967) plantea que, vinculado al progreso de la ciencia, un tributo que hay que pagar por la universalización que conlleva, como algo que va más allá del malestar de la cultura y que no dejará ver inmediatamente su verdadero rostro, se trata de la segregación. El mismo Lacan en 1969 plantea ese empeño que ponemos los seres humanos en ser hermanos, es porque no lo somos. La fraternidad no es sino una consecuencia de algo que está primero, de algo que es estructural. Lo primero es la segregación, que a su vez sería el fundamento de todo lazo social. Separados juntos. Querer estar separados nos insta a estar juntos, a hacer lazos, a crear comunidad, fraternidad —ser hermanos de nación, religión, raza—. Y en esa misma línea estaría la solidaridad.
Por otra parte, la solidaridad es para muchos un valor muy importante que constituye la base de muchos valores humanos, como por ejemplo la amistad, el compañerismo, la lealtad, el honor. En ese sentido la solidaridad permitiría otros valores como la unión, la seguridad o la convivencia. Etimológicamente solidaridad proviene del latín soliditas que significa homogéneo, sólido, compacto, solidario plantea una sensación de unidad, cuyo objetivo es lograr una meta común. Actitud solidaria (RAE, 2005).
Por otra parte, para algunos autores la solidaridad es pensada como transformación del concepto de fraternidad, fratria, del cual sería un derivado. Esta tiene que ver con un sentimiento o una emoción que tiende a ligar los sujetos entre sí, unión que incluso puede implicar un estilo de organización horizontal a diferencia de las comunidades organizadas verticalmente (Czernikowsky y Moscona, 2003). Vista así, la solidaridad sería recurso y práctica referida a un tipo dado de organización social.
El término que es frecuentemente usado y que se define también como: adhesión circunstancial a la causa o a la empresa de otros. Para diferentes autores la solidaridad “se desprende de la naturaleza misma de la persona humana, indicando que los individuos no están solos, prefieren vivir acompañados porque el hombre, social por naturaleza, no puede prescindir de sus iguales ni tampoco intentar desarrollar sus capacidades de manera independiente” (Moenne, 2010, p. 51).
Los autores llaman la atención sobre la importancia de la solidaridad e invitan a recuperar este concepto. La advertencia se hace necesaria, en el contexto de una época poco alentadora, donde valores como la solidaridad aportarían para que la humanidad no avance hacia la barbarie (Duque, 2013).
3. Pandemia y salud mental
Todo hecho vivido deja huella y va constituyendo la subjetividad. La pandemia ha dejado una huella en cada uno, que es diferente en cada caso, pues podría decirse que cada quien ha vivido una pandemia particular. Allí ya hay varios elementos a considerar: en primer lugar, resaltar que la vida psíquica se ve siempre afectada por circunstancias internas y externas, circunstancias que, en ocasiones, y dependiendo de diversos factores, pueden sobrepasar la capacidad de afrontamiento o de adaptación y provocar eventos sintomáticos y trastornos. En ese sentido, las experiencias asociadas a la pandemia, provocaron efectos adversos en lo que se ha denominado tradicionalmente como la salud mental. Asimismo, se puede resaltar que la manera en la cada cual ha tramitado estas circunstancias es particular y propia.
¿Cómo se afectó la subjetividad en los tiempos de pandemia? Si bien cada uno vivió una pandemia diferente hay algunos elementos que quizá se puedan pensar comunes: los ideales, la ilusión, la esperanza de la vida —en cada caso diferente— se resquebrajaron, se debilitaron y la sensación de desamparo, inseguridad y miedo se establecieron. Eso devino —caso por caso— en frustración, inhibición, depresión, angustia, dolor, temor, tristeza, desesperanza, ansiedad, dificultades de relación, trastornos del sueño y otros síntomas, etc.
Por otro lado, si bien el sufrimiento humano no es nuevo ni mucho menos, las circunstancias provocadas por el virus provocaron reacciones novedosas y demostraron la vulnerabilidad, la impotencia y la finitud del ser humano. De igual manera, estas circunstancias pusieron en evidencia la presencia de la subjetividad: la existencia de la vida subjetiva y su importancia. Puede decirse que la pandemia permitió pensar que la vida psíquica —la salud mental— existe y que la salud mental es muy importante. De esta manera, algo que quedó de la pandemia es la consideración de que abordar las problemáticas psicosociales y de salud mental es una tarea primordial.
De allí se pueden plantear varias ideas: que no puede haber un enfoque único para todos a la hora de resolver las necesidades psicosociales y de salud mental de la población, pues la realidad y las circunstancias afectan a las personas de formas diferentes.
De acuerdo con lo planteado por los autores y por la misma experiencia, las afectaciones en la salud mental son comunes e importantes, y sus efectos y consecuencias pueden perjudicar aspectos particulares de la subjetividad, del desempeño laboral o profesional, de la vida emocional o familiar, y de la convivencia en general (Szapiro, 2022; Passos et al., 2021; Palomera-Chávez et al., 2021).
Un tema pendiente es revisar la normatividad de salud mental vigente en nuestros países y propender por qué eventos totalmente inusuales y altamente complejos como el presente sean considerados. Aunque las normas plantean una serie de mecanismos que contemplan, reconocen e incluyen los parámetros para garantizar el goce efectivo del derecho a la salud, en circunstancias reales y calamitosas, estas no se materializan cabalmente. Debe reiterarse que la atención y el acceso a los servicios de salud son aspectos fundamentales relacionados con la oportunidad, la eficiencia, la eficacia y la pertinencia, características con las que debe contar la oferta de servicios en relación a tiempos de atención, programas, capacidad instalada para oferta amigable para los usuarios, etc. No podemos olvidar que, para la atención en salud mental, se hacen ofertas limitadas como citas con baja disponibilidad en tiempos y horarios y, por ende, con dificultades para generar procesos de recuperación o tratamiento que respondan a las necesidades de las personas y garanticen la calidad de vida y la salud.
La tarea de mejorar la atención de salud mental y la de articular esta atención en circunstancias como las de una pandemia, sigue vigente. Con miles de fallecidos, cuarentenas, medidas especiales de aislamiento, protección, cambios en las relaciones sociales; esta importante tarea debe continuar.
4. Solidaridad y vida mental
Los dos conceptos, en principio, parecieran no tener conexión. En cambio, conceptos como narcisismo, egoísmo y salud mental sí parecieran cercanos. Sin embargo, como contraparte de los imperativos de la sociedad capitalista, que promueve el individualismo, el hedonismo, el narcisismo, se promueven dispositivos que fortalezcan la solidaridad, el lazo social; hay allí una relación entre solidaridad y salud mental. No es la única.
La exacerbación del discurso solidario (Melazo, 2012) en momentos de crisis —como el momento generado por la pandemia— y la presencia de otros mecanismos psíquicos para evitar el dolor, el miedo, la inseguridad, el desamparo, tienen también como logro el impacto en la vida mental.
El sujeto de la acción solidaria también abre una perspectiva al establecimiento de lo social. De hecho, el ideal de solidaridad es sostenido por terapeutas de la salud mental y en el abordaje de la subjetividad social, la solidaridad es aludida con intervenciones específicas por psicólogos, psiquiatras y psicoterapeutas.
Se mantienen aún preguntas: sobre los efectos de la pandemia en la vida psíquica y en el establecimiento del lazo social; sobre el papel que tiene la solidaridad en el abordaje y manejo de la pandemia; sobre el papel de la solidaridad como elemento de soporte en la vida psíquica y la salud mental.
Referencias
Panorama del desafío y diagnóstico para la acción (¿qué hay que mejorar?)
/ por Alejandro Liberman, Eduardo Grin y Tomás Orbea
El desarrollo urbano sostenible es un proyecto global y transversal que enfrenta múltiples retos y desafíos que deben ser gestionados sinérgicamente y que afectan directamente a las administraciones públicas. Es por ello que la Escuela Iberoamericana de Administración y Políticas Públicas (EIAPP) del Centro Latinoamericano de Administración para el Desarrollo (CLAD) impulsa este curso que tiene por objeto formar a los servidores y expertos de la Administración Pública, reforma, modernización e innovación del Estado sobre el desarrollo urbano sostenible de las ciudades, sus retos, sus condicionantes, sus problemas, las predicciones, las soluciones que se están poniendo en marcha y, en definitiva, dotar de elementos de referencia y criterios para conformar un juicio sobre su situación, presente y futuro, y dotar de juiciosas referencias que en su caso puedan ser utilizadas para el desarrollo de su hoja de ruta hacia la sostenibilidad de las ciudades de los países participantes.
MASSIMO PAVARINI Y SUS MAYORES APORTES
Daniela Ariza Naranjo 2117413 – Andrés Felipe Calderón Penagos 2117806 – Angelly Vanessa Basto Bejarano 2117418 – Juan Pablo Álvarez Gámez 2117487 – Elvis Alejandro Sierra Hurtado 2117475
UNIVERSIDAD CATOLICA DE COLOMBIA / FACULTAD DE DERECHO
INTRODUCCIÓN
Hablar de Massimo Pavarini, es hablar de uno de los exponentes más importantes de la criminología crítica. Este hombre fue un distinguido profesor y escritor que ha centrado sus textos en la nueva criminología con estas obras buscaba que la sociedad alcanzará a estar informada, a ser más consciente y conocedora de la realidad y las consecuencias del sistema penal, todo esto basado sobre la vida de todas aquellas personas que sufren su violencia y represión. Todo su trabajo estuvo basado en la realidad de su entorno.
“Poner un policía en cada esquina constituiría un serio atentado a la democracia de un país” (Parello, 2020)
MASSIMO PAVARINI (1947-2015)
BIOGRAFIA
Massimo Pavarini, nació en Bolonia en el año de 1947, y fallece en el año de 2015 a sus 68 años, en el mismo lugar; fue uno de los más grandes exponentes de la Criminología Crítica italiana. Fue profesor de Derecho penal y de la Filosofía del Derecho, en la Universidad de Bolonia, Italia, desde noviembre del 2000. Se desempeñó, además, como asesor honorario de instituciones de gobierno en temas de derecho y seguridad ciudadana.
También fue profesor en el Lecce en los años 2001-2005, fue invitado en la facultad de derecho en la universidad autónoma metropolitana de México, además fue catedrático de derecho penal y derecho penitenciario. Cabe aclara que en Italia fue muy reconocido por haber investigado, comprendido y explicado qué es el sistema penal y penitenciario «en acción» como ninguna otra persona lo he hecho en ese momento.
´Máximo Sozzo complementa los argumentos en la revista de delito y sociedad 39 donde centra su atención a los logros académicos durante la vida de Massimo Pavarini revelándonos un ejemplo donde fue el primer autor del artículo de la primera edición de delito y sociedad donde nos explica la historia de los diversos discurso de legitimación del castigo legal que transcurrían a lo largo de la modernidad, todo esto que acaba definiendo y concluyendo como la historia de una ´justificación imposible´. (máximo Sozzo 2015)
En 1990 con la crisis del sistema político italiano, caracterizado por esa descomposición y recomposición de las fuerzas políticas, Massimo se comprometió en el nacimiento del Partido Democrático de la Izquierda en su ciudad y región, viendo y enfocándose en el problema de la seguridad urbana, quitándose o apartándose de preocupaciones sociales y políticas durante esa década se caracterizó por unirse a los siguientes programas: la revista “Sicurezza e para difundir debates sobre estos problemas en el ambiente político y académico italiano, el Progetto Vivere una Citta Sicura de la Municipalidad de Boloña, una iniciativa de intervención alternativa en la materia. Y luego con la creación del Programa Citta Sicure de la Región Emilia-Romaña, una iniciativa destinada a producir diagnósticos y evaluaciones, pero también intervenciones junto con los gobiernos locales, Massimo siendo mayor mente reconocido en este Programa, siendo el director del Comité Científico donde trataba de crear unas políticas de seguridad urbana alternativas a las ofertadas por la derecha.
Da por Finalizada el proceso con estos programas, retomando así sus argumentos frente al delito y su control, ya que por problemas de presupuesto y una investigación empírica más detallada no fue posible producir obras en italiano encaminándose de nuevo en la actividad académica en los años 2000
Massimo Pavarini ha destacado por excepcionales ensayos a lo largo de sus libros, tal como es el ejemplo su libro ´´I Nuovi Confini´´ de la penalidad de 1994 donde fue traducido al español convirtiéndose en uno de los más influyentes dentro de su categoría, donde claro destacan otras obras de igual importancia como ´´gobierno de la penalidad´´ (2006) y Castigar al enemigo (2009). En estas destaca su interés en proceso de construir las políticas democráticas de seguridad urbana dando un enfoque hacia los límites de la ´´nueva prevención´´ y sus promesas, donde también se muestra un interés hacia el problema político en las sociedades contemporáneas (máximo Sozzo 2015).
ENFOQUE MASSIMO PAVARINI
Como se ha mencionado previamente, el autor que está siendo tratado en la presente obra, genera una particular inclinación hacia la Criminología critica. En primer lugar, se debe hacer mención de la intervención o acercamiento que realizó Marx hacia la criminología en general, este se encargó de producir un estudio directo hacia un contexto global social y su vínculo con la delincuencia dentro de un marco normativo, también realizo un hincapié en la aplicación y funcionamiento del sistema penal, esclarecimiento y difusión de un sistema capitalista, también es relevante aludir que el mismo siempre desarrolló un interés por la elaboración de una teoría la cual fuera apta para suscitar un cambio social. Dicho esto, la criminología critica nace a partir de la unión entre diversas teorías norteamericanas que se presentaban en ese entonces y un modelo criminológico marxista.
Ahora, abarcando el tema central, se ha observado como la misma (criminología critica) siempre ha generado un interés por cuestionar lo que plantea la criminología tradicional. Esta rama de la criminología también ha procurado pugnar y coaccionar al estado para que el mismo cumpla con las políticas establecidas de una posible rehabilitación social de quien decida quebrantar la norma, del mismo modo haciendo que se respete y resocialice a el mismo (criminal), todo lo anterior, sin dejar atrás la necesidad que la misma criminóloga critica tiene de proteger la vida y bienes de los individuos que se encuentran dentro de una determinada sociedad. En resumen, la CC traslada su interés a la producción de hallazgos y alternativas de un control del delito, por ejemplo, a través de un estudio concreto de los procesos de criminalización, dejando atrás una fijación por las causas etológicas del fallo.
En este momento, si se quiere establecer un concepto conciso de lo que es la criminología crítica, es posible acudir a Alessandro Baratta quien alude que en primer lugar esta criminología se basa en un cambio universal de la perspectiva que se tiene sobre conceptos tales como desviación y criminalidad ya que el mismo proclama que los anteriores son un conjunto de cualidades que son conferidas por medio de procesos de definición y revitalización social y no cualidades derivadas del estudio del ser y sus comportamientos.
Si se parte de lo anterior, el mismo establece una serie de características de la CC, como por ejemplo que era fundamental que esta buscara abarcar e interpretar procesos de esclarecimiento y reacción colectiva basándose en un contexto en donde pueden presentarse escenarios de imparcialidad o desigualdad. En segundo lugar, es vital para la criminología critica descifrar u hallar la parcialidad y cumplimiento de derechos humanos, por medio del cuidado y atención de necesidades el cual dará lugar a un correcto y viable desarrollo humano, todo lo anterior siempre con la intención de desarrollar, ascender y enfocarse en materia humana y no en materia criminal.
IDEAS PRINCIPALES
Su principal idea se enfocó en el inminente aumento de la población penitenciaria durante los años 90 y como al paso del tiempo hasta aumentar complementa mente una población de 100% en los países con menos desarrollo a comparación de otros, considerando una consecuencia directa al error del sistema represivo de la sociedad que es contradicha por la criminología critica en su obra entrando más en concreto a una de sus tantas y más reconocidas obras (control y dominación) estableciendo como lo más destacado que la ciencia criminológica llega con un sistema capitalista apoyando la burguesía tratando de representar los diferentes puntos acerca de la naturaleza del hombre y de una sociedad.
Dando lugar a determinar ciertas características donde buscaba como primero Refundar el derecho de castigar y las formas su ejercicio el segundo educar a la clase obrera para que acepte un trabajo asalariado
En uno de sus artículos hace mención a que el no ve la cárcel como una forma de castigo sino al contrario la ve como una institución donde él quiere comprobar, por qué, la cárcel puede mejorar en el entorno de que los presos no vuelvan a reincidir o simplemente donde el Massimo Pavarini afirma que:
´´La cárcel es, entonces, el aparato administrativo inventado por la modernidad´´ (Pavarini, 2011)
Nos da una idea sobre que la cárcel se puede ver como un negocio en la sociedad destinando recursos para los reos
´´El Estado debería renunciar a punir, dedicándose a premiar´´
(Pavarini, 2011)
Pavarini plantea la idea que es mejor premiar al reo buscando una resocialización en la sociedad cunado el expresa que en la ciertas cárceles del mundo la dignidad humana es nula frente a no contar con los derechos fundamentales de una persona, donde en la mayoría de los casos solo cuentan con una comida al día y donde la salud es nula donde la mayor parte de la población carcelaria está enferma en malas condiciones Pavarini aclara que poner beneficios a la población carcelaria es solo una idea a tomar.
Siendo también que busca un enfoque donde rechaza que a un prisionero se le recluye para adoctrinarlo para que pueda volver a la sociedad como una persona de bien si no al contrario el enfatiza en que a un prisionero se le priva de la libertad solo para defender a una sociedad de este individuo
´´La cárcel no enmienda al delincuente, sino que lo pervierte, ulteriormente, y no disuade de delinquir´´ (Pavarini, 2011)
De este análisis frente a lo que Pavarini considera lo que hace la cárcel no da a entender que la reclusión a los presos, solo los pone más violentos el momento de iniciar su proceso de resocialización, siendo la cárcel al no poder logra cambiar al delincuente frente a una conducta punitiva.
Concluyendo las principales ideas sobre la cárcel y abolición, el maestro Pavarini, afirma que un abolicionismo podría ser una opción frente al número masivo de la población carcelaria, y así buscar siempre salva guardar los derechos fundamentales del recluso, donde se intenta enseñar un pensamiento y dar oportunidad de desarrollo, para que pueda resocializarse frente a la sociedad y no vuelva a recurrir en este sistema creado por la sociedad moderna. De igual manera el pensamiento en general de Pavarini, es la relación que se construye mediante la mirada hacia el derecho penal y el castigo a un delito, y así identificar el error que comete el sistema opresivo de la sociedad, idealizando el pánico como un modo de criminalidad, sabiendo que no tiene ningún tipo de vínculo con el mismo, y viendo la cárcel, como un modo de respaldar el bien social sin importar que se ultrajen los derechos de una persona, teniendo salud y comida poco digna, además de eso se nota más la criminalización e incrementa la violencia.
Sin embargo, la criminología critica, se basa en mejorar todos estos aspectos, Realizando un desarrollo cubriendo las necesidades de un ser humano, todo con el objetivo de avanzar su proceso de rehabilitación social y siempre tratándose como a una persona con los mismos derechos de todos los ciudadanos y no visto como un criminal.
Bibliografía
Maldonado, M. M. (s.f.). Criminología crítica: Planteamientos, perspectivas y valoración final. Derecho & Cambio Social, 1-3.Parello, P. (2020). Animales Politicos. MUGICA Revista , 1 .
Pavarini, M. (2011). ESTRATEGIAS DE LUCHA: LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS. Revista Crítica Penal y Poder, 56-58.
SozzoM. (2015). In Memorian. Massimo Pavarini. Delito Y Sociedad, 1(39), 7-12. https://doi.org/10.14409/dys.
A continuación te presentamos información relacionada a criminología, seguridad y justicia. Este este es un espacio que nos permite compartir una variado contenido (tanto libros y artículos seleccionados) referente a las temáticas mencionadas, disponible para descargar en formato PDF o recibirlo en tu correo electrónico. Recuerda suscribirte y recibir información relacionada directamente en tu correo electrónico.
Para tener mayor alcance, difunde y comparte el contenido que compartimos en las redes sociales.
Gracias por tu apoyo que nos permite llegar a mar personas.