Los desafíos de la psicología para el estudio de la corrupcion
Autor: Edwin Ticlla Colunche
La corrupción representa uno de los desafíos másimportantes en Latinoamérica, pendiente de una solución efectiva aunque perfecta. Su complejidad exige un análisis multidisciplinario, donde la psicología juega un papel fundamental. Se manifiesta como una conducta individual que involucra mínimamente a un corruptor y un corrompido. Esta conducta está precedida por las actitudes y valores del individuo frente a la corrupción, así como por los factores que lo impulsan a actuar de manera corrupta.
En este contexto, el desarrollo moral, tal como lo describe la teoría de Kohlberg, resulta crucial para comprender el nivel de tolerancia a la corrupción que presenta cada individuo. La corrupción no se limita al ámbito personal, sino que atraviesa las diferentes esferas de la sociedad, especialmente las instituciones públicas y, en otra medida, las empresas privadas. Esta situación ha dado lugar a la consolidación de una «cultura de la corrupción», donde comportamientos corruptos se normalizan e incluso se aceptan socialmente. Un ejemplo de ello es la frase peruana «roba, pero hace obras», que refleja la tolerancia hacia la corrupción a cambio de beneficios tangibles.
En la política, la corrupción se arraiga desde las campañas electorales, donde se recaudan fondos para luego ser utilizados en el pago de favores y el beneficio personal de los candidatos electos y su entorno cercano. Esta práctica, considerada como un «éxito en lo político», perpetúa el ciclo de corrupción. Las conductas corruptas no surgen de forma aislada, sino que son producto de una compleja interacción de factores sociales, económicos, políticos e incluso culturales. La impunidad que se refleja en el sistema de justicia, que se orienta a perseguir delitos comunes, postergando el trámite de denuncias de corrupción, evidencia que el sistema de justicia es parte del entramado que se encuentra afectado por la corrupción.
A pesar de los avances, aún queda un amplio campo por explorar en la comprensión del fenómeno social de la corrupción a diferentes niveles como las actitudes, la personalidad, en entorno, las políticas públicas, las leyes, el sistema de justicia, entre otros campos . En este sentido, los aportes de la psicología son trascendentales para el estudio de la problemática y también para el diseño e implementación de políticas y programas efectivos de prevención y de sanción a los de corrupción.
La lucha contra la corrupción en Latinoamérica requiere un enfoque integral que combine estrategias desde diversos campos del conocimiento, incluyendo la psicología, la sociología, la economía y las ciencias políticas, etc. Solo a través de un trabajo conjunto y coordinado entre diferentes sectores de la sociedad será posible erradicar este flagelo que tanto daño causa al desarrollo y bienestar de cada país.