Jóvenes infractores: un problema social que es abordado desde el ámbito penal

shutterstock_772752790 Jóvenes infractores: un problema social que es abordado desde el ámbito penal

 



 

Entre los múltiples factores de vulnerabilidad que caracterizan a
la población que nutre los dispositivos del sistema penal podemos mencionar el haber crecido en familias altamente disfuncionales con presencia de miembros en conflicto con la ley penal
y el consumo problemático de sustancias. En estos contextos,
la carencia de recursos es tanto material como simbólica, lo
que expone a niños y adolescentes a situaciones profundamente
deteriorantes y que aumentan su vulnerabilidad psicosocial. Las
escasas oportunidades de realización personal y de participación ciudadana, y la imposibilidad de acceder a espacios sociales basados tanto en relaciones primarias tales como la familia
y el barrio, como en relaciones secundarias como la escuela, el
trabajo o la comunidad, inciden notoriamente en las conductas
desviadas (Garrido Genovés y Redondo Illescas, 1997).
Para trabajar en esta temática es importante abordarla en toda
su dimensión como un problema social que desencadena en
jóvenes infringiendo la ley, a causa de múltiples determinantes,
atravesamientos, causas y motivos. Es fundamental el diseño de
políticas públicas que avancen sobre las diversas causas que
configuran la vulnerabilidad de esta población, para desarrollar
oportunidades, proyectos, modelos identificatorios y mejorar su
calidad de vida.
Cuando se trata de jóvenes que se encuentran en conflicto con
la ley, es imprescindible el trabajo con ellos a partir de políticas
y programas distintos a la medida de encierro ya que abunda
la literatura que describe el deterioro que ella provoca. El no
llegar a privar de libertad a un joven es un acto de confianza
en él, y una verdadera oportunidad que muchos jóvenes valoran y aprovechan (Marchiori, 1990). Las medidas diferentes al
encierro constituyen una verdadera alternativa de trabajo en libertad, y su pronóstico de éxito siempre es mayor para quienes
no hayan llegado a ingresar al sistema de privación de libertad.
Constituye una gran paradoja el querer formar sujetos para un
ejercicio responsable de su libertad, privándolos de la misma:
suena más coherente cuando se argumenta tal medida como un
simple castigo. Pero si lo que se intenta es rehabilitar, reinsertar
y resocializar, lo único capaz de preparar al ser humano para
la vida en sociedad es el ejercicio pleno y responsable de la
libertad, respetando su condición de sujeto de derechos,

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